La industria automotriz mexicana: entre los récords del 2024 y los retos del 2025
- Jovani García

- 4 nov
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Un 2024 de orgullo: cuando México tocó el acelerador
Durante 2024, la industria automotriz mexicana vivió uno de sus momentos más brillantes. Según datos del INEGI, se fabricaron 3 millones 989 mil 403 vehículos ligeros, alcanzando el nivel más alto en toda la historia del país.
Además, las exportaciones de autos sumaron 3 millones 479 mil 86 unidades, un crecimiento del 5.4% respecto al año anterior. Estados Unidos recibió el 80% de los envíos, consolidándose como nuestro principal socio comercial.
Este logro reflejó la fortaleza y adaptabilidad del talento mexicano. Empresas como General Motors, Stellantis y Toyota integraron la producción de vehículos eléctricos e híbridos, marcando el inicio de una transformación hacia una movilidad más sostenible.
El 2024 cerró con orgullo: México reafirmó su posición como uno de los mayores productores de autos a nivel mundial, generando empleos y atrayendo inversión extranjera directa.
Un 2025 con freno de mano: cuando la incertidumbre entra en escena
Pero como toda historia, esta también tiene giros. En septiembre de 2025, el panorama cambió. De acuerdo con el INEGI, la producción de vehículos cayó 6.1% respecto al mismo mes de 2024, mientras que las exportaciones bajaron ligeramente 0.3%.
¿La causa principal? La incertidumbre comercial con Estados Unidos.
El presidente Donald Trump anunció la imposición de un arancel del 25% a camiones medianos y pesados importados, a partir del 1 de noviembre de 2025. Esta medida encendió las alertas en México, donde gran parte de la producción se dirige precisamente a ese segmento.
El efecto fue inmediato: las empresas comenzaron a ajustar sus planes, reducir volúmenes de producción y revisar sus estrategias de exportación. Lo que meses atrás era expansión, ahora se convirtió en cautela.
La dependencia del mercado estadounidense: un vínculo fuerte, pero frágil
México y Estados Unidos han construido una relación automotriz profundamente interconectada. Ocho de cada diez autos producidos en el país cruzan la frontera norte.
Esa cercanía ha sido una fuente de crecimiento, pero también una vulnerabilidad. Cuando el principal cliente cambia sus reglas, toda la cadena productiva se resiente.
Los nuevos aranceles estadounidenses amenazan con reducir la competitividad de los vehículos ensamblados en México. Además, podrían desincentivar futuras inversiones y alterar la dinámica de las plantas instaladas en estados como Guanajuato, Coahuila y Puebla, donde el sector automotriz es vital para la economía local.
Marcas que siguen acelerando a pesar del entorno
Aun con las dificultades, algunas marcas lograron mantener un desempeño positivo:
Toyota creció 35.3% en producción y 36.1% en exportaciones.
KIA aumentó 8.5% en producción y 8% en exportaciones.
Ford registró un alza cercana al 5%.
Estos resultados confirman que la innovación tecnológica y la diversificación de modelos pueden marcar la diferencia en momentos de incertidumbre. Las empresas que apuestan por la eficiencia, la electrificación y los nuevos mercados están mejor preparadas para resistir los cambios del entorno.
Lecciones que deja este contraste entre 2024 y 2025
En Ravisa creemos que los números cobran verdadero sentido cuando entendemos lo que nos quieren decir. Y el contraste entre un 2024 récord y un 2025 complicado deja varias enseñanzas valiosas:
1. La fortaleza no es estática
El éxito de un año no garantiza el siguiente. La industria, como la vida misma, está llena de ciclos. Lo importante es mantener la capacidad de adaptación cuando las condiciones cambian.
2. Diversificar es protegerse
México tiene el talento y la infraestructura para ampliar su red comercial hacia Latinoamérica, Europa y Asia. Reducir la dependencia del mercado estadounidense será esencial para el crecimiento a largo plazo.
3. Innovar es avanzar con seguridad
Las marcas que apuestan por autos eléctricos e híbridos, así como por procesos más sostenibles, están creando un blindaje natural ante los vaivenes del comercio internacional.
4. La colaboración hace la diferencia
Gobierno, industria y trabajadores deben remar en la misma dirección. Solo con estrategias conjuntas de innovación, formación y financiamiento se podrá mantener la competitividad global.
El futuro de la industria automotriz mexicana: un nuevo camino
A pesar de los tropiezos de 2025, México sigue teniendo un enorme potencial. La transición hacia vehículos eléctricos no solo es inevitable, sino una gran oportunidad para modernizar la industria y fortalecer su posición internacional.
También es momento de fortalecer la cadena de suministro nacional. Si más componentes se producen dentro del país, el impacto de los cambios externos será menor. Esa independencia industrial puede ser la base de un nuevo ciclo de crecimiento sostenible.
Además, la ubicación geográfica de México —entre América del Norte y América Latina— ofrece ventajas logísticas únicas que pueden aprovecharse para atraer nuevas inversiones.
Cierre: seguir adelante con calma y sabiduría
En Ravisa entendemos que hablar de caídas o incertidumbre puede causar preocupación. Pero también sabemos que cada etapa tiene un propósito. Después de un año récord como 2024, un periodo de ajuste puede servir para replantear estrategias, fortalecer cimientos y mirar el futuro con más claridad.
La industria automotriz mexicana ha demostrado su capacidad de reinventarse una y otra vez. Y lo seguirá haciendo. Porque detrás de cada cifra hay personas: ingenieros, técnicos, proveedores, familias enteras que dan vida a una de las industrias más importantes del país.
Así como los pacientes aprenden a cuidar su cuerpo con paciencia y equilibrio, la industria también necesita medir cada paso, adaptarse y encontrar su propio ritmo. No se trata de correr, sino de avanzar con firmeza, incluso cuando el camino parece cuesta arriba.
El futuro no siempre es una autopista recta. A veces, los desvíos son los que nos enseñan el valor de seguir adelante.



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